sábado, 11 de septiembre de 2010

iGLESIA CON MINÚSCULA

Siempre escribimos Iglesia con mayúscula. Personalmente, incluso he corregido a muchos amigos cuando lo escriben con “i” minúscula…
Hoy creo que, como Iglesia, nuestro gran error en la escritura tiene que ver con nuestro gran error en la vida.

Como iglesia nos hemos olvidado de ser pequeños, nos hemos olvidado de que no somos el Reino de Dios, de que no somos La Salvación… escribimos nuestra iglesia con una “I” muy grande, pero ante otros credos no vacilamos en escribir su nombre con minúscula.

Como iglesia nos falta abrirnos a las demás creencias, no digo que apostatemos y nos convirtamos en adeptos de una ética mundial como propone Hans Küng, pero sí tomo como fundamental uno de sus principios: No hay paz mundial sin paz religiosa.

Finalmente -y he aquí lo más grave- como iglesia católica hemos olvidado a aquellos cuyo nombre se escribe con minúscula: los pOBRES… si es que alguien se atreve a escribirlo sin miedo a ser tildado de comunista, socialista o populista.

Escribamos iglesia con “I”, pero no sólo refiriéndonos a la nuestra.
Y por sobre todo escribamos con mayúscula el nombre de los pobres, y escribámoslo a fuego en nuestros corazones.

2 comentarios:

  1. Pues sí, necesitamos hacer este examen de conciencia a menudo y que lo poco que podamos hacer se haga. A veces basta ofrecer algo que nos saque de nuestro bienestar para pensar en su desgracia. Como decía Madre Teresa somos gotas de agua en el océano, pero una vez que caen en él somos el mismo océano. No dejemos de ser gotas.
    Gracias

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  2. Gracias por tus palabras, Angelo. No había visto esto antes. Perdón la demora.

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